Tocamos el nervio de lo real
y nos dolió en el músculo de lo inconsciente.
—nos— —amos—
y seguia diciendo,
como si ignorara que, con cada decir, más alejaba.
Por un momento te levito sobre mi,
me llueves o me ahogas,
no tardas en tomar espesor,
en adquirir forma,
y pesas lo que pesa la memoria,
La me/moria.
Esa huesa que es la melancolía; la me la dolía,
incluso sepultada.
Tocamos el nervio de lo real,
nos dolia el músculo de lo inconsciente.
Ahora solo quedaba, solo, me quedaba,
con el lastre insoportable de tu nombre,
la distancia i/rreparable de nombrarte.
Me pregunto
¿Debía mantenerte aprisionada?
Porque entonces estaba lo que no estaba;
a/presión/ada.
ahora que no estas, eres más,
mucho más, nítida presencia,
pre esencia de lo que estaba.
me llueves o me ahogas,
no tardas en tomar espesor,
en adquirir forma,
y pesas lo que pesa la memoria,
La me/moria.
Esa huesa que es la melancolía; la me la dolía,
incluso sepultada.
Tocamos el nervio de lo real,
nos dolia el músculo de lo inconsciente.
Ahora solo quedaba, solo, me quedaba,
con el lastre insoportable de tu nombre,
la distancia i/rreparable de nombrarte.
Me pregunto
¿Debía mantenerte aprisionada?
Porque entonces estaba lo que no estaba;
a/presión/ada.
ahora que no estas, eres más,
mucho más, nítida presencia,
pre esencia de lo que estaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deje su comentario, yo se lo cuido mientras vuelve